sábado, 27 de noviembre de 2010

Gnosis Cristiana



El Cristianismo, como los teólogos de hoy reconocen abiertamente, fue creándose y asentando sus bases sobre tradiciones, conceptos y símbolos paganos. La cruz, la Trinidad, la Inmaculada Concepción, la transfiguración, el diablo,...fueron extraidos de la India, Persia, Egipto, Grecia,...y poco o nada tienen que ver con el mensaje de Jesús. Coincidiendo con todas las tradiciones religiosas, Jesús empleaba un doble lenguaje según hablase al pueblo o a sus elegidos. "A vosotros os ha sido dado conocer los Misterios del Reino de los Cielos; pero a esos no" (Mt.13.11-12). Tal como la Iglesia de Alejandría lo ha reconocido y transmitido, Jesús el Cristo es un camino a recorrer dentro de cada uno. Cada etapa de su vida, desde su nacimiento hasta su muerte y resurrección, está simbolizada en nuestro propio cuerpo para realizar en cada uno nuestro Cristo.

Los místicos tenían un perfecto conocimiento de ello, y así , Teresa de Jesús y Juan de la Cruz, nos han dejado un claro testimonio de la enseñanza oculta del Cristianismo. Ellos realizaron el camino de Kundalini o el camino crístico que lleva al Padre, coronando la naturaleza humana.

A pesar de que la "Gran Tradición Tántrica" es una vía clara para todo aquel que quiera despertar su fuerza interior, paralela a ella, existe la vía del Kundalini cristiano (la vía mística) o Gnosis Cristiana, para aquellos que aún sintiendo que los nombres no son más que símbolos, sin embargo, sientan que es más familiar la figura de Jesús el Cristo.

Se trata de vivir, a través de meditaciones, mantras, movilizaciones de energías, la vida de Jesús desde su concepción y nacimiento, hasta su transformación en el Cristo y la ascensión al Padre. De hacer así nuestro camino de realización, tal como El nos enseña. Es un camino válido y práctico para quienes desean encontrar y despertar su propio Cristo, aceptando y viviendo de manera total la naturaleza humana.

El camino interior no sabe de morales ni de normas, tal como El, con su modo de vivir anunciaba. Toda la naturaleza humana está a nuestro servicio y colaborando a nuestro despertar interior: a la realización crística en nosotros.